
Se nos presenta a una familia disfuncional... El padre fracasado, el hijo rebelde, la madre divociada, el tio gay y suicida, el abuelo que esnifa heroína y la niña que vive entre todo ellos... Pero no nos engañemos. No es una familia tan atípica. Creo que todo espectador podrá sentirse identificado con algún personaje. Y ahí está la gracia. En la crítica a lo moralmente correcto que, al menos para los que a veces se sienten (o han sentido) de alguna forma diferentes, hace que conectes con los personajes. Sus situaciones son del todo enrevesadas, pero son humanos, son reales. Y sobre todo te hacen reir. Humor del bueno. No del estúpido de chiste fácil. Momentos desternillantes como el de...
- Le dedico este baile a mi abuelo
- ¡Oooh! ¿Donde está él ahora?
- En el maletero de la furgoneta
Los actores están todos geniales. No podrían haberlos escogido mejor. Destacar a la pequeña Abigail Breslin y a Steve Carell (que es en la primera película que consigue hacerme reir sin pasarse de graciosillo).
Fue la película independiente de su temporda. El 'fenómeno' que causó fue luego comparado con el mismo de Juno, película que también iva por el mismo camino de personajes humanos pero que (al menos a mi) no me llegó tanto como esta familia y su furgoneta amarilla. Lástima que los directores (Jonathan Dayton y Valerie Faris) no volvieran a hacer nada...
En fin, una de las grandes películas de los últimos años... Otra... Como para no gustarme el cine...
Puntuación: 9
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